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viernes, 12 de enero de 2007

Palabras posteriores

Acto I: Pena y dolor:

El joven se lamenta de la muerte de la actriz

De estaño son ahora las campanas

Que antes fueron de plata, cuando tú vivías

Sobre un escenario, cazando pasiones

Que en un helado páramo te concedieron

Oigo mil versos en mi cabeza mientras me despido de tí en silencio, como supongo que todos a mi alrededor los oyen, ahora, en el lugar donde todo acaba.

Sollozos y barcos que se hunden

Mil ruidos a estribor sobre un mar de lágrimas

Me enseñaste a navegar y ahora me abandonas

Pues lo siento, no puedo seguir yo solo.

¿No oyes sus llantos o soy yo el único que lo hace? Funeral de almas que los sentimientos humanos absorbes, toma estas palabras e intenta entender lo que queremos decirte, ya que no pudiste esperar a escucharlo antes de partir.

Naufragando, intento izar las velas

De este cascarón violentamente vacío

Y mientras las olas me acunan a su manera

Negras sirenas te toman de la mano

Porque te he visto mil veces morir

Sobre mil escenarios de mil mundos

Sobre cien mil sueños de cien mil universos

Pero aún caliente, y ahora estás fría.

No me dejas que te acompañe en tu viaje

Tú, que se te olvidó enseñarme a volar

¿Cómo puedes esperar que me salve

Si no sé nadar entre tanto mar?

Desde que fuiste Eurídice, me he querido sentir Orfeo, pero nunca me has permitido descender a los infiernos. Nunca me has permitido seguirte. Decías que por mi bien, por mi libertad. Libertad. Entonces, ¿esto es libertad? Todos tus familiares, amigos, amantes, admiradores, críticos, alumnos, deudores, todos aquí reunidos llorándote. ¿Es esto libertad?

¡Esta basura, este sentimiento de impotencia, es cualquier cosa menos libertad!

Acto II: Redención:

El joven recuerda, se sobrepone y grita, y clama.

Me enseñaste tantas cosas

Me enseñaste el cielo sobre Berlín

El rojo de los cerezos en flor en Tokio

Campos de maíz eternos en Arkansas

Me enseñaste a hilar una estrella

A coser un nuevo firmamento

A pronunciar una palabra, diez mil palabras

Y hacer creer al público que eran ciertas

Me enseñaste a volar arriba y abajo

Sobre un escenario y surcando el cielo

Me enseñaste a recorrer laberintos

Sin mirar atrás ni una sola vez

De eso hace ya tanto tiempo...Cinco años, uno detrás de otro, seguidos, en los que giraste tanto, y fuiste tantas diferentes mujeres en tantas obras inmortales de la mano de tantos autores inmortales…Cinco años desde la última vez que fuiste Ophelia en el modesto teatro de mi ciudad, cinco años en los que he sido un Hamlet errante, confuso y meditabundo, sin más compañía que la del ruido de mis huesos al chocar contra el suelo, cuando despertaba cada noche de algún sueño perdido.

Cinco años…y desde entonces no hemos hablado…nosotros...y ahora ya no puedo decirte nada porque has muerto…

Siguen los sollozos a mi alrededor…quisiera decirles algo en tu honor, algo que pueda decirte a ti y que también les sirva a todos los que, como yo, te lloramos hoy.

¡Levantad, atajo de insustanciales!
Cortad de raíz ese flujo de lágrimas

Que de tanto fluir y fluir

Ha creado un río de desesperanza

Escúchame, escúchame ahora

Gracias por todo lo que me has enseñado

Nunca olvidaré ni uno sólo de tus preceptos

Y fíjate en mí, ahora soy capaz de volar

¡Escuchadme todos, los que moráis en las tinieblas!

Entre fuego y oscuridad, ¡Divino Dante!

Alzad vuestras moradas mejillas del Cócito[1] helado

Volved a sentir, a ver, a escuchar.


He bajado a los infiernos para decirte esto:

Sí tú fuiste Eurídice, yo puedo ser Orfeo

Si fuiste Ophelia, siempre seré Hamlet

Si fuiste la más joven Capuleto, yo seré el príncipe de los Montesco[2]

Tengo una palabra, la tuya

Tengo un barco, tu recuerdo

Tengo un poder, tus enseñanzas

Y tengo algo que continuar: tu leyenda

En todos los rincones y sótanos de castillos

Recovecos oscuros y cenizas de un mundo

Torres más altas que las nubes en el cielo

¡Mi voz se oirá mil kilómetros bajo el Inframundo!

¡Libertad, cultura, invoco tu espíritu!

Todo lo que me has dado, te lo devuelvo

¡En todo el mundo haré que se recuerden

Los latidos de esta elegía tornada revolución!

FIN

Lo que trato de expresar es mi agradecimiento hacia algo que comprende todas las artes del mundo, en este caso orientadas hacia el teatro. Libertad, cultura, arte, pasión, habilidad…debe de haber algo que sea todo eso junto, y a eso es a lo que le dedico estos versos sin rima ni arte, pero con sentimiento.

Dedicado a Mónica, la única amiga que conozco que sabe escribir poesía de verdad. Le pido perdón por robarle su arte y le doy las gracias por su ayuda y apoyo.

LOCAL HERO 19 AÑOS



[1] Cócito: Según La Divina Comedia de Dante Alighieri, el Cócito es la octava y última prisión del infierno, y consiste en un río de hielo donde cumplen castigo los acusados por conspirar contra los dioses.

[2] Clara referencia a Julieta Capuleto y Romeo Montesco

3 comentarios:

Julia.. dijo...

maravillosa, me gustó cantidad. tu manera de expresarte es la que me gustaría tener yo muchas veces...

lo volveré a leer otra vez, y otra vez...

leí tu comentario, gracias. eres de los pocos que ha entrado, creo que es un fraude, jeje

hasta siempre que quieras, Julia

Julia.. dijo...

Acabo de leer tu comentario, es el único, jejej. Me gustó. Comparto contigo algunos de los sueños que comentabas...

Me ha sorprendido que conozcas Eibar, o al menos su nombre. Yo tuve relación con él hace unos años... Me hizo gracia que lo conocieras.

Como te puse en el último comentario, me quedé leyendo tus escritos, algunos de hace algún tiempo... Me gustaron mucho.

Me encantaría leer más cosas tuyas, espero tener muy pronto la ocasión...
hasta cuando vos querás

Julia.. dijo...

Viví en Eibar desde el principio de mi existencia hasta hace unos años, parte de mi familia está todavía ahí, mis amigas de toda la vida, gente que a la quiero de verdad...

Me extraña que un chico de 19 años(creo) de Eibar escriba estas cosas, los que he conocido yo son todos skinetos y no les mola nada estas cosas. ¡¡¡Qué ilusión!!!

Estuve en l de los DOORS, no sabes cómo se salió aunque tuve que ir sola, debido a la ignorancia de mis amig@s. En realidad no me importó tanto, ya que prefiero disfrutar sola que tener que estar dando explicaciones a la gente para que entiendan a quien están viendo. me expreso?

En el de extremo no estuve, no sé dónde estaría yo en aquella fecha, pero sin duda, haciendo alguna tontería.

Me hiciste sonreír delante del ordenador, creo que a estas alturas del día (14:54) ha sido la segunda sonrisa. Gracias.
espero leer tus palabras pronto.

de eibar...
Agur