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martes, 14 de junio de 2011

But I'm just a moonlight mile away, down the road...


- No deberíamos vivir aquí. – Dice Charlie.

- Debemos vivir aquí. – Opina Lea. – Es la ciudad del arte, Charlie. Tenemos todo lo que queremos, sobre todo tú.

- ¡NO!

Lea se sobresalta y Charlie se levanta de un brinco, enfadado.

- Yo no debería vivir aquí, en esta ciudad de iletrados. No es digno.

Lea se resigna a escuchar una vez más lo que ya se sabe de memoria, mientras Charlie grita al ventanal empapado.

- Ya te lo dije, he dejado de tomar las cosas como son para tomarlas como deberían ser, y así siempre tendré razón porque hablaré con el mayor conocimiento y verdad absoluta que existen. ¿Sabes? Son los años veinte o treinta, no sé, y esto es París. Da absolutamente igual que no sepa decir ni una calle ni un barrio ni un río ni un misterio de París porque estoy aquí con Hemingway y el maldito Henry Miller, el que sabía inflamar un coño mientras los demás solo encendíamos fuegos, y son mis mejores amigos. Nos sabemos de memoria los bares, los burdeles y los callejones, pero no cómo salir de ellos, y todas las noches son una fiesta. Escribo mi puto trópico de sagitario en honor a mí y ahí sí que podría llegar a quererte, por que allí estaríamos iguales, a la altura, lo sabes, y no es que no te quiera, pero no aquí, lo sabes, ¿verdad? Y sé que no me has pedido esta catarsis así que trataré de esquivarla verbalmente retomando el alcohol que corre por nosotros mientras nosotros corremos sobre él para correr por París. Escribimos en cafés bohemios donde en las estanterías se apoyan todos los libros zaparrastrosos del mundo, que se limita a París, así como se limita a Painville para esos gilipollas de las barbas, aunque Ernest y yo llevamos barba honrosamente y no somos ningunos gilipollas, y a ti te lo puedo decir, él es mucho mejor que yo y me muero de envidia mientras le veo escribir, y cuando cotilleo sus manuscritos mientras él yace dormido sobre alguna puta en la habitación de al lado, cuando no la ocupa Miller con Tania y dos monedas de un franco. Me muero de envidia porque por mucho que lo intente, por mucho que escriba, beba, odie, folle, aspire y muera nunca podré escribir así, por lo que tengo que limitarme a ser el mejor de esta mierda de ciudad, Painville, muy lejos de ese París donde todos estamos juntos y solos y muertos y nos divertíamos más de lo que hacemos aquí, donde el estar juntos y solos y muertos no es una opción. Sí, ya he acabado.


Creo que a Woody Allen le gusta mi novela, o al menos se pasa por el blog en el que está colgada la primera mitad (http://uroboros87.wordpress.com/) porque hace más de año y medio que escribí esa parte y, acabando de ver su última película "Medianoche en París", tenéis que admitir que la premisa es bastante parecida (quitándole el componente oscuro que orgullosamente debo a Henry Miller y sus trópicos).

En esta preciosa nueva cinta de Allen (y van...) se hace un homenaje a la ciudad de París primero, y una crítica al sentimiento de que cualquier tiempo pasado fue mejor, a "La edad de oro". El personaje de Owen Wilson, un escritor desencantado, está enamorado del París de los años veinte, como yo, y todas las noches desde las doce un misterioso coche lo lleva a ese mundo, donde conoce a Hemingway, Fitzgerald, Gertrude Stein, Cole Porter, T.S. Eliot, Picasso, Dalí, Buñuel... y allí conoce al personaje de Marion Cotillard, guapísima y encantadora como siempre. Pero ella no siente esa idealización por los años 20, porque es la época en la que vive. Para ella, la edad de oro tuvo lugar unas décadas antes, con Tolouse-Latrec y el Moulin Rouge. Así que nuestro rubio protagonista acaba quedándose en París, pero en la época actual, dejando a su estúpida prometida con sus insufribles amigos y padres y se deja llevar por la nostalgia. acompañado de la vendedora de discos antiguos de Cole Porter. El significado está claro.

La edad de oro es un invento de nosotros, los soñadores. Los nostálgicos que vivimos en una época gris y lo cambiaríamos todo por volver al pasado. En realidad, ese es, como he dicho muchas veces, el verdadero motivo de escribir y crear cosas. Para calmar esa nostalgia que nunca veremos, porque si la vemos tal vez acabemos desencantándonos.

Barcelona es mi París particular. Los tiempos no son los mejores, nunca lo serán, pero siempre se puede callejear y perderse, que es para lo que están las ciudades. Para perderse y encontrar la forma de unos labios que te vuelven loco, una multitud de estudiantes recitando "Aullido" de Gingsberg al unísono con gargantas enfurecidas y un grupo de amigos borrachos en una taberna cantando Wish you were here. No podré viajar en el tiempo ni conocer a Hemingway, ni siquiera he ido a París ni he vuelto a conocer a otra chica más guapa, más heterosexual y menos imbécil que lo merezca, pero sigo intentándolo. Al fin y al cabo, todos nosotros lo hacemos lo mejor que podemos, porque para eso estamos aquí. Siempre en el camino, bajo la luna y al costado del misterio.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado, sobre todo lo ultimo.
Habla todo el mundo bien de la peli, por otro lado...
Habrá que verla...

Ya hablaremos mejor, Charlie.

tierramojada dijo...

La figura de los pájaros me emociona siempre. No son, precisamente, mis animales favoritos, pero el hecho de que los hayas nombrado de esa manera, y el hecho de que haya recordado entonces aquella cita de Bob Dylan, que queda en un rincón de mi blog ("Nadie es libre. Hasta los pájaros están encadenados al cielo")... Digamos que todo se coge de la mano y emociona. :)


Jordi Sierra i Fabra... Exacto. ¡Y qué inmensa alegría que reconocieras la cita entre taaaantas historias y autores que hay en ese mundo! Me has evocado una profunda sonrisa.
¿Has leído "Donde esté mi corazón"? Es suyo. Y es, junto con "La casa de Bernarda Alba", el único libro que he leído dos veces. Lo descubrí en 2007, siendo apenas una cría, con 14 años, pero me marcó sobremanera. Es una historia de amor preciosa.
Hace tiempo que no leo nada suyo, y ya lo echo en falta.


Me alegro mucho de que compartamos opiniones. Es muy relajante saber que hay gente que ha visitado Santillana Del Mar y es de sus lugares favoritos y que disfruta en el Museo de la Inquisición. Hubo algunas "muestras" que no pude siquiera mirar más de tres segundos. Pensar cómo pudo morir alguien ahí, cómo sufrió y cómo se divirtió otro al torturarlo... Aunque, sinceramente, no creo que los verdugos fueran felices.


Yo también espero que esto no quede aquí. :)


PD: Me he sentido muy alagada con tu comentario... Digamos que me has alegrado la noche.


María

tierramojada dijo...

:)

Estoy haciendo una investigación a fondo. Te pido que me concedas un poquitín de tiempo.
Creo que tengo algo.. Para mantener tu identidad a salvo, te diré sólo la inicial de tu primer nombre. A ver si no me equivoco: A.

¿Es ésa? :()
Con respecto a los apellidos... Digamos que estoy en ello. Y el lugar ya es todo un enigma. ;)

Pero lo encontraré. ¡No quiero agotar mis tres oportunidades a la primera!


El libro de la cita era "97 formas de decir -te quiero". Lo he estado buscando esta tarde por mi habitación. Debería estar junto a los de Jordi, pero he recordado que se lo dejé a una amiga y... Ya sabes: libro que se deja, libro que no vuelve. Se lo pediré.
"Noche de viernes", gran libro. ¿Has leído "Nunca seremos estrellas del rock"? Otro que dejé. Maldita sea... Y "Zonas interiores", otro. Puff... A partir de ahora no dejo más libros!


Últimamente me pasa lo que a ti: estoy falta de la Musa. Aún así, a veces sale algo. Pero sí, también creo que hay que parar de vez en cuando y documentarse. Si no, ¿de qué escribes después? :)


Me pregunto cuál y cómo será tu visión de la vida... Seguiré leyendo tu blog, a ver si me hago una idea.

Mmm... Te pido una pista sobre tu segundo apellido: ¿es relacionado con el mar o algo, o más bien apellido normal, es decir, de la zona, como Sánchez?



boa noite!

María


PD: Es totalmente injusto que tú sepas ya tanto sobre mí y yo nada sobre ti... jum!

tierramojada dijo...

:)

Me gusta muchísimo la literatura inglesa del siglo XVIII y XIX, especialmente la de Jane Austen. También escribir por la noche en la playa, las películas románticas y las risas tontas.
Me atraen los momentos únicos, no me gusta nada la cerveza y prefiero el cine español siempre y cuando conmueva sobremanera.
Por supuesto, el uso de vehículos colectivos y entre los Stones o los Beatles no puedo elegir. Me quedo con U2 ;).
Pirineos y mar, cada uno tiene su magia. Pero siempre preferiré los Pirineos.

Tengo los ojos verdes, y mi pelo era rubio no hace tanto (ahora es dorado, con destellos más claros en algunas zonas). Y sorprendentemente liso.


Algún día escribiré una canción para un grupo de rock.


Por otro lado, creo que blog es demasiado público ya. ¿No te parece?
Si quieres, agrégame en ese plano social en el que me has encontrado.



PD: B. Me refiero a tu lugar, ¿a que sí? Y el nombre creo tenerlo, aunque tengo dudas. Los apellidos son todo un misterio. El primero, ¿R?


:)

tierramojada dijo...

2PD: Y tú, ¿noche o día?

tierramojada dijo...

:)

Yo también tengo muchas ganas de escribir algo. De hecho, tengo un poema reservado en los borradores del blog, pero aún no he encontrado la imagen que me gustaría poner.

Tuenti tampoco es mi red social favorita. De hecho, la creé porque me convencieron. Pero bueno, no está tan mal. Ahora me da vergüenza entrar y agregarte... Lo haré esta noche, creo. ¿O tal vez no? Sí, sí. Sí. ;)


¿Sabes lo que más da pena? Que al final voy a saber tu nombre y tus apellidos sin haberlos descubierto yo sola, y diré: "¡Oh, no eran los que yo pensaba!" jajaja O quizá sí acerté!!


PD: Estoy deseando que escribas algo nuevo.


:)

tierramojada dijo...

:)

Aún no he entrado al tuenti.

Si quieres que siga siendo un misterio, ¿se te ocurre otra forma?

El problema de los comentarios por blog es que todo el mundo tiene acceso a ellos, y mi blog ya lo tiene demasiada gente.

Mmmm... es un poco cómico esto, ¿no?

:)

tierramojada dijo...

:)

De acuerdo!!


PD: Noche, por supuesto.

:))