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martes, 22 de diciembre de 2009

De desilusión también se muere


DE DESILUSIÓN TAMBIÉN SE MUERE

Escribir es lo mejor del mundo, e imaginarte mejor de lo que eres también, ya que así puedo llegar a ilusionarme y eso es más de lo que puedes conseguir por ti misma. Eso es todo.

Ya no hay ciudades que investigar ni contigo ni en tu busca. No quedan sombreros ni abrigos largos que calzarse ni oscuros rincones de bares en los que ocultarse. Ya no tiene sentido mirarte a través del humo del cenicero más cercano que haya entre nosotros, y menos sentido seguir ocupando un lugar aquí habiendo tanta gente esperando para sentarse en esta posición privilegiada. Abandono. Abandono a favor de los que aun creen que de ilusión también se vive. Es la mejor cesión de asiento que he escuchado nunca.

Nada a lo que pegar fuego.

Atisbo una pintada enfrente de mi hotel mientras la ciudad se desmorona a mi alrededor, “Solo solos somos libres”. Para lo único que soy libre es para afirmar que te carga el diablo y estás construida sobre un cementerio indio. Dirán que debo alegrarme, pero yo no he ganado nada. No me va eso de alegrarme por los éxitos ajenos, en cambio adoro el Schadenfreude. Pero nada de eso tiene cabida ahora. Afirmar o negar es indiferente a estas alturas. Niego ser capaz de incendiarte. Niego ser capaz de comunicarte. Niego ser capaz de expresarte. Niego ser capaz de acompañarte. Niego ser capaz de gustarte. Niego ser capaz de esperarte. Afirmo ser capaz de imaginarte. Afirmo ser capaz de soñarte. Afirmo ser incapaz de interesarte, y siempre lo seré.




martes, 8 de diciembre de 2009

Schadenfreude ad Infinitum

SCHADENFREUDE AD INFINITUM

“Schadenfreude es la alegría más bella, ya que es sincera”.

Frase popular

Vosotros comprendéis todos los defectos del espectro humano, de hecho, no tenéis virtudes. Vivís en paz con vuestra propia miseria y en guerra con la de los demás, y disfrutáis de vuestra condición sin importaros el constante hundimiento al que os sometéis. Crueldad es lo que os hace falta. Más crueldad y más amargura en vuestras vidas, y no volveréis a despreciar a vuestro prójimo.

Sois tan guionizables. Todo ese absurdo posicionamiento en contra de cualquier cosa que no entendáis os expone a la destrucción pasiva, de una forma tan clara y evidente que puede plasmarse en una gráfica. Sois tan predecibles. Cualquiera de vosotros podría protagonizar, involuntariamente, una obra de teatro. Involuntariamente, porque todo lo que os sobra de patetismo os falta de talento, como no podía ser de otra manera, pues tal es vuestro desprecio por el menor gesto cultural. Necios. Reverberáis en la eternidad, nunca dejaréis de existir. Como tales, no tenéis derecho a quejaros si aparecéis entre las palabras de los críticos. Es un justo intercambio. Crítica, crítica, crítica.

El escenario. ¿Os quejaréis antes de verlo? Es absurdo, idiotas. Lleváis toda la vida interpretando sobre él y ni siquiera sabíais que es un decorado. Es vuestra vida, lugar afilado escarpado disfrazado bajo el cual yace la oscuridad que tanto odiáis y de la que todos venís y vivís. Os atacáis unos a otros y todos procedéis del mismo lugar. Nacísteis de un mito, atados dentro de una caverna oscura. Cavernas mediáticas y Zodiacs muy rápidas.

Impasibles, vuestras generaciones destruyen sus cerebros y capacidades con drogas blandas, espectros de lo que un día fue llamado música, vacuas fotografías en movimiento y compiten por llegar más alto en las luchas televisadas que protagoniza la estupidez más absoluta. Una tras otra, vuestras semillas demuestran no valer para nada, y el escenario se irá quedando vacío. No hay nada que contar, ni talento para contarlo. Se ha perdido toda esperanza. Una eternidad de silencio por luto.

¿Y yo? No soy de los vuestros. Hace mucho que no estoy entre vosotros. Yazco bajo la oscuridad de la que emergéis para vomitar vuestras palabras al inexistente público. Soy del mundo de las ideas de Platón, el enésimo ciclo del eterno retorno de Nietzsche, lo que os mira desde lo más alto de la puerta del templo de Rashômon, símbolo de la decadencia de la moral humana. Condenado a sufrir vuestro dantesco espectáculo. Tengo lo que os merecéis.

Schadenfreude”: Sentimiento de alegría creado por el sufrimiento ajeno.