Vistas de página en total

domingo, 30 de diciembre de 2007

2007 y yo (Youu can feel the waves coming on, it's tame to take the time)

Se acaba éste año,sin duda el más completo y ecléctico para mí. Empezó como acaba, en este blog que tanto me ha dado y al que tan poco caso le he hecho a lo largo del año. A poco de comenzar Enero, trajo consigo una historia maravillosa, sin duda la mejor de mi vida, y que cómo no, ha terminado mal. La mayoría sabéis de lo que hablo. Con todo, y por mucho rencor o lo que sea que haya ahora, ha merecido la pena. Sin duda. Ahora soy una persona diferente, no sé si mejor o peor, pero esta persona sólo puede esperar y tener fé en que se repita. La tengo. O no, quién sabe.

Académicamente no he hecho nada. Sí, ha sido la continuación de mi año sabático, hasta septiembre que he empezado un módulo que odio y que tendré que dejar, porque me hunde cada vez más en la miseria. Pero es un riesgo muy grande. No creo que ahora tenga más valentía, pero sí más indiferencia, por eso el hecho de que haya arriesgado más cosas puede dar una imagen equivocada de la magnitud de mi coraje. Creo que sigue siendo pequeño. No hay que confundirlo con la inconsciencia, porque al fin y al cabo sólo soy un pelocho, como diría aNNa, de 20 años. Como dice mi padre, tengo todos los defectos. Cada uno puede pensar lo que quiera en base a los conocimientos que tiene sobre mí, nunca serán los suficientes. Sólo yo sé lo que soy capaz de hacer y lo que no. ¿Miserias? Más que nunca. Creo que era más feliz cuando era gilipollas. Al menos no se notaban tanto las carencias. En fin. Siempre he pasado de ir a un psicólogo. Quizá ahora tenga que hacerlo, pero si ya me cuesta trabajo mental ir a comprar el pan...Si, soy más inseguro que nunca, está demostrado. A ver cómo acaba.

Musicalmente, ha sido de largo el mejor año. He conocido mucha música nueva y diferente, de varios estilos que antes jamás habría escuchado. Sin duda, mi grupo favorito de este año ha sido Antònia Font, sin olvidarme de Dream Theater este último trimestre. Y los conciertos, insuperables. En muchos he vivido experiencias de otro planeta, con músicos de otra galaxia, y con sensaciones de otra religión. Cronológicamente he visto a *toma aire*: La Fuga, La Renga, Marea por segunda vez, Vhaldemar, Lauren Harris, Bloodsimple (aunque preferiría no haberlos visto xD), Stone Sour, Mastodon, Juliette & The Licks, IRON MAIDEN, Within Temptation, Berri Txarrak, Billy Talent, Kula Shaker, Fishbone, RED HOT CHILI PEPPERS (hijos de puta, por cierto), My Chemical Romance, The Ellas, I Love Ufo, Los Ronaldos, Muchachito Bombo Infierno, MACEO PARKER, Fito y Fitipaldis, New York Dolls, Biok, Idi Bihotz, The International Noise Conspiracy, METALLICA (el rato más espectacular, impresionante y acojonante de toda mi vida), Incubus, Burning, Fermín Muguruza & The Afro Basque Brigade, Barricada por segunda vez, LUJURIA por fin, teloneando a BARÓN ROJO por segunda vez (grababan dvd y yo soy uno de los colgaos melenudos de la primera fila, no lo veáis xD), Mägo de Oz, Symphony X, DREAM THEATER, Midnight Road y GOTTHARD. Alucinantes la mayoría de ellos. Larga vida al Rock n' Roll, y, añado, a la buena música en general.

En las amistades, ha sido el año que más personas interesantes he conocido. Eso sí, la mayoría por internet, porque me he encerrado bastante en casa. Meristation y Fotolog han sido los causantes. No me olvido de nadie. He aprendido mucho y sigo haciéndolo, y espero que la mayoría de vosotr@s sigáis ahí en 2008.

He perdido mucho. como siempre. Siempre pierdo.

En las amistades de carne y hueso, he conocido pocas, pero importantes. Y estoy perdiendo bastantes. Creo que cada persona debe decidir lo que es mejor para él y no para los demás, cómo se va a sentir mejor. Si para estar con cuatro personas tengo que estar con 20 con las que no quiero estar, que me hacen sentir mal, me hunden (a veces involuntariamente), cuando todo son inconvenientes, entonces no sé si quiero continuar así. Este punto esta siendo clave éstos días, y la decisión me temo que será muy radical. Perderé, pero creo que ganaré algo. Sigue dependiendo de mí.

En cuanto al arte, bueno...
Manga: Al comenzar el año estaba enganchadísimo a Naruto, pero lo he ido dejando en el momento más interesante. Me da pereza ponerme a bajar todos los capítulos de manga, básicamente. Pero no importa, porque al reengancharme a One Piece he descubierto que es la que más me llena, la que más sensaciones me da, en definitva, la mejor. Es uno de los principales motivos por el cual sigo aquí. Lo digo en serio.

Cine: El año empezó bien, con cuatro películas de Louis Malle que me dejaron temblando de lo buenas que eran. Pero no he visto mucho más destacable. Doy asco. Y la literatura parecido. Siempre he devorado libros, pero con los años me hago un vago de mierda. Doy mucho asco. No he escrito mucho tampoco, lo que se puede ver en este blog. Joder, qué asco doy. Y dibujos...pocos.

En fin, éste ha sido mi año. Soy una persona que poco a poco se va rindiendo en su lucha, pero que sigue aquí. Y que lucha con lo que puede. que es mucho menos de lo que podría hacer. Gracias a quien se lo lea.

Cuidaos, sed felices, cultivad vuestra alma, sed buenos con las personas,sed fieles a vuestro ideales, disfrutad, os tengo aprecio a la mayoría.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Cosmos Espiral Inmutable

- ¿Hasta dónde llegaremos en ésta vida?
- Bah, no pregunte y siga avanzando. Hay mucho más camino del que se ve en los periódicos.
- Ya llevo varios siglos avanzando, estoy cansado.
- Me parece excesivamente correcto, es más, está bloqueando el tráfico. Circule.

Dos hormigas en sus insectívoros trajes de astronauta charlan encima del panel de control de mi nave espacial. De una mirada las aplasto. Ya son demasiado tiempo escuchando sus insectívoras voces acompañando el viaje por la espiral. Es lo que creo que es esto, una espiral. Un edificio enorme, horizontalmente cilíndrico, con miles de escaleras de caracol concatenándose entre ellas. Personajes pasean por ellas, decenas de miles de ellos, y solo se saludan uno o dos. Los demás son fantasmas, y los personajes como yo sabemos muy bien que es lo que comen. De cuanto en cuanto en las escaleras se abre un páramo de espacio del que surge un escenario, y los personajes que se encuentran cerca de allí actúan en él. ¿El argumento? Cualquiera de mis recuerdos, son mis fantasmas, viven de mí para inspirarse. Miro por el ojo de buey de mi nave y me fijo en el escenario más cercano. Mis quince años. Botellones, un grupo de amigos, música. Una chica que me rechazó. Eran otros tiempos. No me gusta el actor que desempeña mi papel, así que cambio de obra. En un escenario de la parte izquierda, se rinde homenaje a mi graduación. Tampoco me gusta, han añadido demasiados detalles inventados. Visión comercial, quizá. No me gusta que alteren mis recuerdos, pero de todas formas soy el único que ve estas representaciones. Ya sabéis, “Siempre es la misma función, el mismo espectador…El mismo teatro en el que tantas veces actuó…”. Cuando no estaba aquí me encantaba aquella canción de los Héroes del Silencio, “La Herida” se llamaba. Antes, ahí fuera, me gustaba la música. Y leer, e ir al cine, y pasear, y ver el mar, y el cielo, y las estrellas. Ahora, este viaje interior es demasiado extenuante. Estar dentro de tu propia herida, es más, ser el instrumento que avanza desgarrando tu propio interior, tiene un punto de locura que me atrae, pero ya me cansa. No sé muy bien por qué está pasando esto. Me siento como un astronauta que de joven subió a un cohete, con esperanzas de fama, dinero y reconocimiento, y han pasado 50 años y sigue ahí arriba en el espacio, completamente solo y harto de todo. Cansado de ver estrellas y de ver el mundo desde arriba. Agujeros negros hay miles, de sobra, pero mi nave no se atasca en ninguno. Tengo la vejez suficiente como para estar hasta los cojones de todo. ¿Pero que puedo hacer? El hiperespacio es tan apasionante como esta espiral endemoniada. Esta espiral de mi vida es demasiado egocéntrica como para mostrar retazos de vidas de otras personas. Cada instante vivido queda reflejado en sus paredes con codicia, para ser repetido infinitas veces, con maldad. No van a conseguir que me vuelva loco recordándome todos mis fracasos, pues a causa de eso me destinaron al espacio. El cosmonauta, inmutable, regresa a casa a bordo de su transbordador y se encuentra con que todo ha cambiado. No hay campos, ni edificaciones, ni estatuas, ni torres del homenaje, ni ventanas, sólo hay un sol solitario estrellado en un boquete en el suelo, reluciendo y tratando de incendiar la tierra que lo rodea para liberarse, bajo un cielo huérfano de astro solar, sólo una vigilante luna que pende de un hilo de polvo lunar, balanceándose como un péndulo sanguinario que busca servir muerte desde arriba, y dejarme hecho una puta braga, agonizando en el suelo interestelar de mi nave interestelar en mi paseo interestelar, muy lejos de los mandos, muy lejos del control. Y de repente, tan inesperado como el olor del opio, ¡IGNICIÓN! Las ventanas se difuminan y avanzamos a gran velocidad, tanta que llegamos a una parte de la espiral en la que hay suelo firme. Y no hay nadie actuando en los miles de escenarios, ahora sin luz. Porque ahora el espectáculo está abajo, en las miles de tumbas abiertas, pues hemos llegado a un cementerio sin nombre. Y de esas tumbas surgen, cadavéricos y cenicientos, todos mis amigos muertos. Y actúan inmutables, resucitando aquél momento a mis diecinueve años. El orgasmo de dos cadáveres desentrenados de sentimientos vacíos y expresividad minimalista, mientras entre las tumbas serpenteantes destinos de traición me muestran el camino de los muertos, al final del cual veo las llamas de mi fosa ardiente. Pero aún no. Aún no. Cadáveres que me gritan sin voz, pero con recuerdos, que me instan a bajar y unirme a ellos como maestro de ceremonias, pero he descubierto que prefiero ser el más humilde e humillado espectador a convertirme en un líder de espectros vacíos. Esta vez tampoco valdrá la pena despegarme del suelo de mi nave. Desde allí me basta para imaginar que un día la espiral se rompe y arriba está otra vez el cielo negro y centelleante, listo para acogerme de nuevo entre las estrellas, elevarme sobre las ruinas de todo esto, que es todo. Y una vez de vuelta en el universo, ¿qué? Un nuevo paseo interestelar, tal vez sin fin, hasta que reaparezca esta maldita espiral que no deja de joderme la puta cabeza.

- ¿Hasta dónde llegaremos en esta vida? – Pregunta una hormiga astronauta.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Esto existe y se puede salvar.

Me he cansado de todo y quiero acabar con esta etapa, pero está claro que es muy tarde. Leo muchos blogs de gente que nunca conoceré, y me doy cuenta de que envidio casi todas sus vidas. Quizá no tengan muchas cosas que tengo yo (cada vez de menos valor), pero tienen las más importantes, aun siendo de ideas radicalmente opuestas. Pueden ser personas repugnantes, pero las cosas les salen con asombrosa facilidad. Y son cosas por las que yo mataría. Nada demasiado material...Sólo un sistema de valores. Y unos años bien realizados, con lo cual ahora tienen muchas cosas resueltas. Tienen eficiencia, esfuerzo, suerte, todo eso que yo nunca he tenido ni he deseado ni he luchado por tener. Y tienen unos recuerdos y vivencias que yo quiero. Y son más jóvenes que yo. Y sí, en muchos aspectos he desperdiciado mi vida. Quiero resetear, pero es tarde. ¿Y qué puedo hacer, intentarlo ahora? No, es tarde y requiere demasiado esfuerzo. Un proyecto a la larga, quizá, pero tanto yo como Simón de Canterville sabemos que jamás lo conseguiría. Entonces, ¿qué? Yo sí lo sé, pero hasta para eso me cuesta ponerlo en práctica. Y nunca he tenido valor. Y también me gustaría conocer mucha más gente, claro. Pero de verdad y no mediante :), :(, (k), te agrego a efes. Bueno, y no tener defectos tan grandes en tantos campos, ni inseguridad, ni nada que vaya a mencionar para que penséis a saber qué de mí. Aunque ya me da igual. Si me preguntáis mañana, diré que me es igual, como os podéis imaginar a mí todo esto me suda soberanamente la polla.